Madrid 2009

Die Klassenfahrt der 11a nach Madrid im April 2009 - eine etwas andere Reisebeschreibung
Hola amigos,
tenemos una historia que contaros..
Érase una vez la clase 11a que se fue de viaje de estudios a Madrid, la capital de España.

Aún recordamos perfectamente el día, como si fuera ayer, en el que el grupo de mozos empezó la gran aventura de su vida.

Fue un sábado muy temprano en el que los valientes compañeros juntaron sus “7 Sachen” y se separaron de sus familias.

Después de haber posado en aquel albergue juvenil y de haber ganado nueva energía el grupo partió su camino hacia la Puerta del Sol, ya sabéis en la que se anuncian las doce campanadas.

Tras una noche muy corta empezaron la visita en el Palacio Real. Fascinados por el arte y la ostentación, las bocas de los chavales se quedaron abiertas. La siguiente prueba de los 14 jóvenes fue traspasar el rastro sin ser robados. Al pasar esta con brillantez, se merecieron unos churros con chocolate.

Como castigo por haber comido tantos deliciosos churros tuvieron que ver una película cutre.

Así el segundo día llegó a su fin y cansados se echaron a dormir.

Para meter al menos un poquito de cultura a los cerebros de los alumnos, las maestras los llevaron al Centro De Arte Moderno Reina Sofía, en el cual se encuentra el famoso cuadro de Picasso “El Guernica”. Irritados por las paredes blancas y los olores apestosos del museo, algunos de los chavales huyeron al parque del museo, aunque les hubiera gustado ver algun cuadro más.

Creo que también es oportuno mencionar que las siguientes horas pasaron volando, debido a la adicción a las compras de los chicos.

De regreso en el albergue, tuvieron dulces sueños con las compras de aquella tarde.

El penúltimo día los zagales madrugaron para lograr obtener los mejores sitios en el autobús, que les llevó a El Escorial, sede oficial de los cadáveres de los reyes católicos. Lamentablemente el pudridero no estaba abierto al público.

A continuación visitaron el Valle de los Caídos. Aunque estuvieron bastante impresionados por la magnífica obra arquitectónica, sintieron un inmenso desprecio por ese monumento franquista, en el cual hoy en día cierta gente sigue adornando la tumba del dictador Francisco Franco con flores.

También este día encontró su fin con la invitación de sus cuidadoras a unas copas, obviamente sin alcohol.

Este magnífico viaje acabó con la visita al “Museo del Prado”. Allí tuvieron la última oportunidad de familiarizarse con la cultura española. En este permanecieron tres horas y a alguno se le escapó uno que otro bostezo, cual naturalmente no era debido al aburrimiento...

Por el cansancio acumulado en los últimos días la idea de las profesoras de ir al Parque del Buen Retiro para descansar y relajarse les vino oportuna.

Tristes, pero al mismo tiempo ansiosos por regresar a sus queridos hogares la gran aventura de los muchachos encontró su maravilloso final.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

Basado en una historia real

A. B. B. con amable apoyo de F. B.